El queso puro de oveja es otro de los productos que imprimen sabor a Peñafiel.
Ideal como aperitivo, hay quien lo considera también uno de los postres típicos de esta villa. Es acompañante de primer orden junto a los caldos de la Ribera del Duero, tiene un sabor inconfundible y resulta indispensable probarlo para completar una buena visita a Peñafiel.